Mundo en desconcierto
31 marzo, 2020
Estamos todos en la misma barca y somos llamados a remar juntos”: papa Francisco. Pocos gobiernos en el planeta desconocen la “guerra” universal a la que nos enfrentamos. No estaba en el imaginario pensar que más de la mitad de la población del mundo se encerraría en sus casas, con el drama social y económico […]

Estamos todos en la misma barca y somos llamados a remar juntos”: papa Francisco.
Pocos gobiernos en el planeta desconocen la “guerra” universal a la que nos enfrentamos. No estaba en el imaginario pensar que más de la mitad de la población del
mundo se encerraría en sus casas, con el drama social y económico que ello implica.
A diferencia de las crisis económicas que se han vivido en el pasado, la que está en desarrollo tendrá un mayor efecto. No será sobre un sector específico de la economía, o con mayor incidencia en un país u otro: está será de escala global. De hecho, nos impactará a todos.
Respecto al sector avícola, los “cisnes negros”, con lo cual se hace referencia a situaciones que se salen de la órbita normal de los mercados y que no entran en el mapa de las predicciones, está relacionado con los insumos (granos).
De un lado, nos encontramos ante una escalada alcista del dólar, con una devaluación del 25% en lo corrido del año, en un escenario en el cual la mayoría de los analistas prevén que la TRM se mantenga sobre la media de los $4 mil por dólar.
Por otro lado, existen temores respecto a la operación logística que permiten las exportaciones de granos, particularmente en Argentina, hecho que ha movido los precios de la soya al alza en la Bolsa de Chicago en los últimos días.
En el mercado interno, es innegable que la demanda se vendrá a menos, en especial si tenemos ciudades cerradas, con la incertidumbre de no saber hasta cuándo. De ahí, que el renglón pollo fuese el primero en sentir tal cambio en el mercado, por una menor demanda de producto en los asaderos, restaurantes, puntos de comidas rápidas, casinos, etc., lo que ha generado una reducción en los precios por debajo de los costos de producción.
Así que el mercado no está para soportar un encasetamiento de 70 millones de pollitos. Lo observado, llevará a que los registros de marzo, abril y mayo, se sitúen en una media cercana a los 55 millones.
En huevo, por su parte, dado el crecimiento anualizado mes en la oferta por encima de 10%, los precios que venían en caída en enero y febrero y en las primeras semanas de marzo, cambiaron de tendencia, con un crecimiento que permitió corregir el incremento en los costos de producción, si bien en escenarios de crisis el huevo tiene un nuevo espacio de demanda, se ha observado sobreabastecimientos coyunturales de las familias.
Por tanto, se debe proceder con cautela al momento de decidir sobre el encasetamiento futuro.
Fuente: fenavi.org/