¿Qué hacer cuando la salmonella se convierte en una realidad en los planteles?
12 abril, 2021
Además del conocimiento de los virus y bacterias que pueden afectar la reproducción, saber cómo evitar estos patógenos es de suma importancia. La primera preocupación de los reproductores de pollos de engorde, incluso antes del alojamiento, es combatir los problemas de sanidad de la futura parvada. Además del conocimiento de los virus y bacterias que pueden […]


La primera preocupación de los reproductores de pollos de engorde, incluso antes del alojamiento, es combatir los problemas de sanidad de la futura parvada. Además del conocimiento de los virus y bacterias que pueden afectar la reproducción, saber cómo evitar estos patógenos es de suma importancia.
La salmonelosis es una de las principales enfermedades de las aves, causada por bacterias de un género de dos especies, Salmonella bongori y Salmonella enterica. Este último tiene seis subespecies: salamae, arizonae, diarizonae, indica, houtenae y enterica.
De las más de 1.500 serovares de la especie entérica es Salmonella gallinarum (tifus aviar) que causa anemia y deja al ave con crestas pálidas o violáceas y papada y plumas de ganso. Además, provoca apatía, anorexia, diarrea verde amarillenta y fiebre.
La Salmonella pullorum (enfermedad pullorosis) ya puede tener signos subclínicos como diarrea, deshidratación, disminución del consumo de alimento, pérdida de peso y disminución de la producción de huevos. Tanto S. Gallinarum como S. Pullorum causan enfermedades clínicas en las aves, pero sin impacto en los humanos.
La subespecie Enterica es aún más importante para la salud pública. Esto se debe a que Salmonella enteritidis y Salmonella typhimurium, presentes en esta subespecie, se encuentran entre las enfermedades más prevalentes en las aves y que pueden contaminar al ser humano si existe el consumo de alimentos de origen animal. Los síntomas más comunes son diarrea, vómitos, dolor abdominal, cansancio y pérdida de apetito en las personas.
Barreras para prevenir la contaminación externa
Consciente de este desafío, el productor debe estar equipado con barreras para reducir la presencia de salmonella, actuando ya al recibir pollitos que deben estar libres de salmonella. La garantía de la salud de estas aves dependerá de cómo sea el proceso de bioseguridad tanto en las granjas de cría como en el criadero.
El primer punto a evaluar por los productores es el aislamiento de las fincas. Lo ideal es tener una única puerta de acceso, evitando así la libre circulación de personas, vehículos y animales dentro del centro de producción. Los edificios siempre deben estar protegidos por barreras naturales y físicas, teniendo conocimiento de la dirección del viento en el momento de la construcción. Esto es importante para la reducción de la contaminación de las vías respiratorias.
El cuidado del entorno de producción es muy importante. Para ello, es necesario observar las acciones de higiene en obra. Inmediatamente después de salir del último lote, es necesario comenzar a limpiar y desinfectar las instalaciones, que tienen como objetivo reducir el riesgo de infecciones y romper el ciclo de agentes infecciosos. En esta etapa, la limpieza es tan importante como la desinfección. La eliminación de residuos y grasa de lotes anteriores es esencial para una desinfección exitosa.
Es importante resaltar que el vacío sanitario ideal es, al menos, 15 días después de que se hayan completado todos los procedimientos de limpieza y desinfección. Un adecuado control de bioseguridad en las fincas debe cubrir el control del tráfico y flujo , es decir , la observación de todo lo que viene del exterior y que ingresará a la finca para eliminar cualquier riesgo de contaminación.
El programa de vacunación es otro punto de atención. Es necesario desarrollar un programa de vacunación enfocado a controlar los desafíos de salud de la región y basado en resultados técnicos y de laboratorio. La vacunación debe proporcionar una protección suficiente contra las enfermedades intercurrentes en la región, además de la vacunación obligatoria de los pollitos de un día contra la enfermedad de Marek.
La vacunación en los programas de control de S.enteritidis tiene un gran efecto en la reducción de la contaminación dentro de las parvadas reproductoras y contribuye eficazmente a eliminar la transmisión vertical. Para que la vacunación tenga éxito, es necesario:
- Siga el horario propuesto
- Respete las fechas de caducidad de la vacuna, las vías de aplicación y las diluciones indicadas.
- Llevar a cabo una formación sistemática y una educación continua del personal sobre buenas prácticas de vacunación.
- Manipule y almacene las vacunas correctamente
- Mantener la calidad del agua durante la vacunación (T ° C y pH)
- Limpiar y desinfectar los utensilios utilizados por los vacunadores.
El programa de bioseguridad debe ser investigado y monitoreado para identificar puntos críticos y niveles de contaminación. Así, será posible establecer las estrategias de control y el seguimiento que se debe realizar sobre los animales, el medio ambiente y los insumos que se utilizan en el sistema de producción. El agua y las raciones ofrecidas a las aves deben enviarse a los laboratorios de patología animal acreditados por el Ministerio de Agricultura y Abastecimiento (MAPA), con el acompañamiento del Médico Veterinario Oficial del Ministerio de Agricultura. El principal objetivo de este análisis debería ser la identificación de Salmonella spp . y otras enterobacterias patógenas.
Además del control oficial, se utilizan métodos de hisopo estéril y plaquetas para evaluar los desafíos y evaluar la eficiencia de un programa de limpieza y desinfección. Dicho seguimiento puede analizar la carga microbiológica de enterobacterias y la presencia de salmonella. Con estos resultados, es posible realizar un plan de acción para la erradicación de estas enfermedades.
La aplicación de programas 5S y auditorías son fundamentales para comprobar el programa de bioseguridad y, si hay errores, actuar con rapidez haciendo planes de acción y ajustando los procedimientos. 5S ayuda a obtener estándares operativos que contribuyan a una mayor eficiencia y excelencia en la realización de tareas de bioseguridad. Aliado a esto, las auditorías constantes, con periodicidad mensual o bimestral, permiten identificar qué procesos o puntos necesitan ajustes o correcciones.
La educación continua debe hacer producción desde el momento en que se contrata a los empleados. La aplicación de las instrucciones ya está indicada en el proceso de integración, mostrando un panorama de las políticas de la empresa, abarcando en este momento, la importancia de la bioseguridad para el sector avícola.
Aditivos para el control de la salmonela
El alimento utilizado en la finca también puede servir como medio de propagación de la contaminación, ya que cuenta con materias primas de origen animal y vegetal en su formulación que son atractivas para aves intrusas y roedores, que pueden traer contaminación externa a la fábrica, y en consecuencia, para la alimentación. Por ello, actualmente las fábricas de piensos utilizan la asociación de tres puntos principales para el control de contaminantes en su producción y control del producto final: mediante sistemas de seguridad alimentaria (GMP y HACCP), tratamientos térmicos como extrusión y peletizado (teniendo en cuenta la parámetros de humedad, temperatura y tiempo de acondicionamiento) y uso de aditivos anti-salmonella.
Los aditivos más utilizados en las formulaciones de alimentos para el control microbiológico son los ácidos orgánicos, las sales orgánicas y el formaldehído, que actúan para disminuir el pH intracelular. Como resultado, pueden provocar cambios en la permeabilidad de la membrana microbiana al bloquear el sustrato del sistema de transporte de electrones, eliminando bacterias patógenas como Salmonella. La acción de los ácidos orgánicos en las aves se produce de varias formas, como alterando la microbiota intestinal por acción bactericida o bacteriostática, mejorando las actividades de las enzimas digestivas y reduciendo el pH del tracto gastrointestinal que reduce la presencia de Salmonella en el cultivo y el ciego. . También hay un beneficio en la flora intestinal que conduce al equilibrio de la inmunidad, donde los nutrientes y la energía de la fórmula del alimento serán utilizados por las aves.
Planes de formación y contingencia
Es necesario ofrecer formación a los empleados sobre las normas de bioseguridad relevantes para sus actividades. Y otras actualizaciones también deben transmitirse cada seis meses con respecto a los estándares de bioseguridad, de acuerdo con la matriz de capacitación. Cuando se identifica una oportunidad o necesidad, lo ideal es realizar una formación extra para poder ofrecer formación adicional a los interesados.
Se indica que las empresas avícolas donde el productor entrega su producto cuentan con un plan de contingencia ante posibles emergencias en los lotes. Este plan debe incluir procedimientos adicionales a realizar, hasta que se obtengan los resultados de laboratorio, ya sea que el lote sea positivo o negativo. Con este plan, es posible bloquear la propagación de la enfermedad a otras bandadas hasta que se eliminen las aves, si corresponde.
En caso de positividad en alguno de los análisis, oficiales o rutinarios de la empresa, se deben adoptar medidas mínimas que incluyan:
- Aislamiento de cobertizo
- Aislamiento de empleados por aviario
- Estricto control del tráfico y flujo de vehículos y camiones (siempre debe ser el último en entregar insumos)
- Debería prohibirse el flujo de personas
- El calzado y la ropa deben lavarse y desinfectarse diariamente.
- Adoptar la inclusión de pediluvios adicionales
- Control de destino especial de aves muertas
La prevención y el control sanitario son condiciones fundamentales para reducir los problemas de salud en las manadas, considerando que la salmonelosis es un desafío para la salud pública y para la industria avícola. Por tanto, poner en práctica todos los procedimientos de bioseguridad en las explotaciones es fundamental para tener mayores garantías de eficacia.
Artículo escrito por Rafael Soares, veterinario, magíster en Producción Animal y coordinador técnico de la División Animal de Aditivos BTA
Fuente: opresenterural.com.br