Porqué la inflación comienza a dispararse en el mundo y efectos

28 junio, 2021

Después de un periodo extremadamente fatal, la pandemia de coronavirus parece que está disminuyendo, a medida del proceso de vacunación masiva ha avanzado, la reactivación económica mundial tiende a crecer a nivel mundial. Así, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó recientemente las proyecciones de crecimiento económico mundial para 2021-2022, en […]

Después de un periodo extremadamente fatal, la pandemia de coronavirus parece que está disminuyendo, a medida del proceso de vacunación masiva ha avanzado, la reactivación económica mundial tiende a crecer a nivel mundial. Así, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó recientemente las proyecciones de crecimiento económico mundial para 2021-2022, en las que destacó que el PIB global tendrá un crecimiento de 5,8% para 2021, que se estabilizará en 2022 con una proyección de 4,4%.  Pero, ya se están viendo una presión al alza en los precios de algunos bienes, la inflación se está animando y a ello contribuirán los diferentes planes de gasto que se están desplegando confluyendo con la realidad de la subida de las materias primas.

Desde la perspectiva coyuntural la volatilidad existente en el nivel de los precios se ha presentado asociada a la evolución de la pandemia. En efecto, los precios del petróleo, que cayeron desde aproximadamente 70 dólares a principios de 2020 hasta menos de 20 dólares a finales de abril de 2020, y después se recuperaron hasta aproximadamente los niveles de enero de 2020. El barril de Brent ya ha vuelto por encima de los 76.11 dólares (junio 2021) y el barril WTI a esta fecha está a 74.0 dólares. De esta manera, el petróleo registró su quinta ganancia semanal consecutiva, la racha alcista más larga desde diciembre, a medida que la demanda se recupera y los suministros continúan apretados en Estados Unidos y China.Por otra parte, se prevé que en 2021 la economía mundial se expandirá un 5,8 %, el ritmo posterior a una recesión más acelerado en 80 años, en gran medida debido al fuerte repunte de algunas de las principales economías, por consiguiente, el efecto inercial de los precios genera un impulso de acomodación estructural de mediano plazo, y por consiguiente el promedio anual de la inflación proyectada por el FMI par ese periodo es del 3.5% y las proyecciones para el 2022 hasta el 2024 podrían estar un poco menor a ese promedio.

Por regiones del Mundo, la región de África es la que ostenta la más elevada tasa de inflación del mundo proyectada para el 2021 con el 11.0%, sigue la región del Caribe con el 8.4% y la región de América Latina y el Caribe con el 7.2%, Asia del Pacifico con el 2.7%, América del Norte con 2.3% y Europa con el 2.1%. Las causas de la que ha energizado la inflación mundial son, entre otros, la volatilidad del petróleo cuyo nivel de precios se ha situado arriba de los U$ 76.4 dólares el barril (Brent), la energía, sobre todo en los países de elevado consumo, con los países industrializados, la introducción en 2021 de un impuesto al carbono aplicable a los combustibles líquidos y al gas, países de Europa como por ejemplo Alemania. En los países no desarrollados, no productores de petróleo, también la energía ha experimentado alzas producto de la trazabilidad de los precios del petróleo. El gasto gubernamental también se ha elevado y la política monetaria ultra laxa a manera de contribuir con la recuperación de la economía durante la pandemia, lo que podría provocar también alzas de los precios al consumidor, como lo está experimentado actualmente EE. UU y esto podría generar preocupaciones en el movimiento de otros indicadores vitales.

En Europa, por ejemplo, se tienen los factores estructurales que invitan a pensar en la inflación. A la ya conocida “japonización” reducción de los tipos de interés, al 0% y programas de compras recurrentes, añadiéndose los planes de gasto que se impulsarán de hasta 1,8 billones de euros, entre 2021 y 2027: Marco financiero plurinacional (1,07 billones) y Next Generation EU (750.000 millones de euros).

Las políticas para combatir la inflación y sus riesgos.

Se sabe que “combatir la inflación” es una forma silenciosa de traspasar la deuda a diferentes colectivos o poblaciones de un país.  A medida que los Estados se estén endeudando para revertir el efecto del coronavirus y acelerar la recuperación, el endeudando de una manera constante, ha demostrado desde la crisis de 2007-2008, una acumulación de déficits públicos que han atacado la estabilidad presupuestaria. Sin embargo, los gobiernos siguen apostando, de manera recurrente, por la deuda como una manera de sufragar los costes de la crisis y mantener los altos volúmenes de gasto público, recurrir a enfocarse en otra área como es la productividad, la educación, la tecnología e inversiones que privilegien los factores naturales y disponibles en cada país y que así, crezca el empleo.

Hoy la relación de la deuda pública sobre PIB, en la mayoría de los países del mundo ha crecido más que 2019). Este riesgo de inflación supone un efecto regresivo en las familias de menores ingresos y en las personas mayores de la sociedad. Esto sucede cuando los precios de los alimentos y los servicios domésticos, como el agua y la energía, aumentan a un ritmo rápido.

Debido a la existencia de sistemas impositivos progresivos, en algunos casos, y regresivos en otros países, si los salarios incrementan su valor nominal al ritmo de la inflación, muchos salarios aun manteniendo el poder adquisitivo se dirigirán a tramos superiores en el que el tipo de gravamen es superior y se incrementará la fiscalización de los salarios. Pero, en los países cuyo sistema impositivo regresivo, el efecto de la inflación sobre salarios “congelados” producirían un efecto de gran impacto den las familias.

Por otra parte, los ahorradores ya están percibiendo como los bancos les están azotando con las comisiones bancarias o las exigencias de mayores compromisos con la entidad para que los costes se mantengan es ese sector.

Fuente: economistvision.com
AEV/Basados en fuentes de Datos del FMI y BM
Con agradecimiento al Dr. Alejandro Arauz