México – Aumentó la resistencia antimicrobiana durante la pandemia de COVID-19

6 enero, 2022

México registró un acelerado aumento de resistencia antimicrobiana durante el primer año de la pandemia de COVID-19, según halló un estudio que comparó datos de centros hospitalarios de diferentes estados del país. El trabajo analizó cambios en la resistencia antimicrobiana en algunos microorganismos durante 2020, y reportó mayor resistencia que en 2019. Merece especial atención […]

¿Cuál es la situación actual en México? INVDES

México registró un acelerado aumento de resistencia antimicrobiana durante el primer año de la pandemia de COVID-19, según halló un estudio que comparó datos de centros hospitalarios de diferentes estados del país.

El trabajo analizó cambios en la resistencia antimicrobiana en algunos microorganismos durante 2020, y reportó mayor resistencia que en 2019.

Merece especial atención el aumento de la resistencia de Staphylococcus aureus a la oxacilina, y la resistencia de Klebsiella pneumoniae a los carbapenémicos observada en muestras de sangre.

La primera es una bacteria que causa diferentes infecciones, desde afecciones la piel hasta neumonía y endocarditis; la segunda puede provocar meningitis y diferentes infecciones intrahospitalarias.

Para Staphylococcus aureus en muestras de sangre, el trabajo detectó un aumento significativo de la resistencia a eritromicina (de 25,7 a 42,8%) y oxacilina (de 15,2 a 36,9%).

Se observó una resistencia creciente de Escherichia coli, bacteria vinculada a infecciones intestinales, a casi todos los antimicrobianos evaluados, incluidos ampicilina y ciprofloxacina, entre los más comunes.

Los investigadores obtuvieron estos resultados al analizar datos de 46 centros hospitalarios y observaron que el aumento de la resistencia a los medicamentos podría estar asociado a la interrupción de la administración de antimicrobianos, a los programas de prevención de infecciones, así como la gran cantidad de pacientes y las limitaciones del equipo de protección personal durante el período estudiado.

Se trata de un estudio observacional que puede permitir la generación de hipótesis para que más adelante se apliquen diseños.

Asimismo, el trabajo pone de manifiesto que el distanciamiento físico y la implementación generalizada de la higiene de manos y el uso de barbijos pueden disminuir la resistencia observada.

Este reporte debe entenderse en el contexto de los últimos 10 años, donde los datos mostraban un incremento de resistencia de manera específica y selectiva, e incluso cierta disminución en algunas especies y fenotipos.

Esos análisis mostraban que hasta 2018 el incremento era leve, pero este nuevo estudio deja en evidencia el incremento acelerado que tuvo la resistencia para algunos antimicrobianos.

Se observó una elevación muy marcada en especies sumamente relevantes como agentes causales de infecciones que son clásicas, resistentes a múltiples fármacos. Esas cepas que tienen resistencia a los antibióticos ahora se encuentran con muchas más frecuencias, al menos en los hospitales estudiados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que el aumento de resistencia a los antimicrobianos es un riesgo para el alcance de los Objetivos del Desarrollo Sostenible y está declarada como una de las 10 principales amenazas de salud pública para la humanidad.

El problema no es solo de México, pues la OMS señaló en un comunicado que en toda América más de 90% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 recibieron tratamientos con antimicrobianos, a pesar de que solo 7% de estos pacientes presentaba una infección secundaria que justificaba su uso.

El contexto de incertidumbre generado por la COVID-19 propició un abuso en el consumo de antibióticos. Las noticias falsas y las redes sociales jugaron un importante papel principalmente durante el primer período de la pandemia: de pronto surgió la posibilidad de que algunos antibióticos y antiparasitarios podían servir para tratar la COVID-19.

Incluso gobiernos de muchos países agregaron un “kit de tratamiento” que incluían estos antibióticos, aunque no
había evidencia científica.

Si bien aún es poco el tiempo para afirmar que esto podría estar generando resistencia microbiana, no existen dudas de que la utilización de antibióticos durante este período fue excesiva.

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