Criar gallinas sin jaula y producir huevos ecológicos es posible
9 febrero, 2022
La familia Alonso de Selvas del Río de Oro se dedica a la cría de gallinas sin jaula, bajo ciclos naturales. Lograron la interrelación familia-trabajo de una manera muy particular, proponiéndose objetivos. Hoy dan sus primeros en la producción de huevos ecológicos y afirman que es posible producir de manera amigable con el medio ambiente. […]
La familia Alonso de Selvas del Río de Oro se dedica a la cría de gallinas sin jaula, bajo ciclos naturales. Lograron la interrelación familia-trabajo de una manera muy particular, proponiéndose objetivos. Hoy dan sus primeros en la producción de huevos ecológicos y afirman que es posible producir de manera amigable con el medio ambiente.

SELVAS DEL RÍO DE ORO. El sistema de gallinas libres de jaula respeta los ciclos naturales, no solo porque les permite correr, pastar, comer bichos y hacerse baños de tierra, sino que también respeta los tiempos de postura y muda de plumas, no se realiza estimulación con luz artificial, no viven en ambientes estresantes y por ello no sufren enfermedades.
Este es el modelo de producir huevos ecológicos de gallinas libres de jaula, y Martín Alonso junto a su esposa Cynthia Kaplan cuenta a NORTE Rural esta experiencia.
VOLVER AL CAMPO
“Volvimos al campo y producimos respetando la naturaleza y el bienestar de nuestros animales”, comienza diciendo Martín, mientras su hijo Juan Martín, junto a su hermanita Elena, muestra una caja que lleva el nombre “Timbó Grande”, que es la marca de sus huevos de gallinas libres de jaulas. Cynthia y Martín son dos veterinarios que hacen producción primaria en un campo de Selvas de Río de Oro, localidad situada en el este de la Provincia del Chaco, en el departamento General San Martín. Está ubicada a menos de 500 metros de la margen derecha del río de Oro.

LA CRISIS DE 2018 Y LA PANDEMIA
Cynthia y Martín cuentan que “la crisis financiera del 2018 y luego la pandemia nos llevaron a replantearnos e investigar formas de producir fuera del modelo agroindustrial, dependiente de insumos y de todo un paquete tecnológico que no sentíamos propio, a pesar de ser técnicos universitarios, sentíamos que no podía ser que solo sea posible producir de esa forma”. “La pandemia -agrega Martín- nos dio el tiempo y la oportunidad de elegir cómo queríamos relacionarnos con el campo, con los animales, con el suelo y que principios íbamos a respetar”.
PRODUCIR EN FORMA SOSTENIBLE
La incógnita estaba puesta en “cómo hacíamos para que el mensaje de respetar el ambiente y producir de forma sostenible no sea solo una frase”, admiten.
Cynthia apuntó que “queríamos que nuestros hijos sean parte. Iniciamos el camino de la agroecología y uno de sus principios es aumentar la biodiversidad”.
En este sentido, empezaron con la ganadería haciendo Pastoreo Racional Voisin y luego implementaron el sistema de pastoreo de gallinas libres de jaulas, donde podían como familia participar y ser parte del proceso.
Forman parte de la Red Argentina de Avicultura Alternativa (Redaa), que nuclea a más de 500 productores donde comparten experiencias y capacitaciones.

Gallinas sin jaula
El sistema de gallinas libres de jaula respeta los ciclos naturales, no solo porque les permite correr, pastar, comer bichos y hacerse baños de tierra, sino que también respeta los tiempos de postura y muda de plumas, no se realiza estimulación con luz artificial, no viven en ambientes estresantes y por ello no sufren enfermedades, comenta Martín Alonso.
No utilizan antibióticos ni antiparasitarios. “No los necesitan, son felices: están sanas. Ellas viven en un gallinero móvil donde tienen lugar para dormir y nidos para poner huevos, pero durante el día están sueltas en lugares con sombra y pasturas naturales, solitas cuando baja el sol van a sus perchas a descansar y protegerse”, comenta Cynthia.
Martín, en tanto, dice que respetar estos ciclos incide en el valor del huevo, “pero no buscamos maximizar la productividad a costa de la calidad de vida de las gallinas”.
“Por ello -agrega- es muy importante llegar a las personas que quieran consumir productos de alta calidad, ambientalmente sostenibles y éticamente responsables. Con la fuerza de la demanda de este tipo de productos se logra potenciar a muchos pequeños y medianos productores, los consumidores van a ser los generadores de estos cambios”.
Hay más conciencia ambiental ahora
Tanto Martín como Cynthia afirman que “hay una generación de personas con mayor conciencia ambiental, que no solo quieren comprar y listo, sino que se plantean y cuestionan qué están comiendo y cómo se produce lo que le dan de comer a sus hijos”.
“Por el momento tenemos en un depósito con aire acondicionado hasta que lo vendemos”, dice, y agrega que los comercializan en lugares de cercanía como Resistencia y General José de San Martín, “ya que estamos equidistantes de estas localidades, hacemos repartos semanales y nos contactan a través de nuestra red social de Instagram. Esta plataforma nos permite que conozcan lo que producimos y cómo lo hacemos, también nos permite trabajar con emprendedores locales gastronómicos aumentando la calidad de lo que se produce localmente”.
Fuente: diarionorte.com