Cuba – Evaluación de los indicadores productivos en ponedoras comerciales con ciclos más largos de puesta

5 marzo, 2022

Introducción. La avicultura a nivel mundial ocupa un lugar muy importante ya que aporta al hombre un producto de una alta calidad nutritiva con un precio muy económico. La producción de huevo en América corresponde alrededor del 18 % del total mundial, ocupando un lugar muy importante en la producción de alimento y en la generación de empleos. […]

Introducción.

La avicultura a nivel mundial ocupa un lugar muy importante ya que aporta al hombre un producto de una alta calidad nutritiva con un precio muy económico. La producción de huevo en América corresponde alrededor del 18 % del total mundial, ocupando un lugar muy importante en la producción de alimento y en la generación de empleos.

El desarrollo en la industria avícola ha tenido avances en la producción de huevo, enfocados en perfeccionar los sistemas de manejo, con el objetivo de lograr una mayor producción, con baja tasa de mortalidad con mejoras significativas en la capacidad de adaptación a distintos entornos y bienestar de las aves y una conversión alimenticia eficiente, describe Fernández (2014) para así obtener un producto de excelentes condiciones para los consumidores.

El avance genético de las gallinas de postura ha sido muy rápido y se trabaja para lograr incrementar el número de huevos por ave en un ciclo, de un modo muy significativo, afirma Baltazar (2015) el mismo va con el desarrollo del ave, junto a su avance en los últimos 30 años, siendo de 7.16 % por lo que se espera tener dentro de 5 años un 5.41 % que representa el 75.56 % de mejora con relación a los 30 años anteriores.

El manejo de las ponedoras debe ir en función de preparar una pollona para una vida productiva larga, por lo cual se hace necesario desarrollar su capacidad metabólica, de modo que cree las reservas suficientes para sostener elevadas producciones de huevos en un solo ciclo de producción. De ahí que la infraestructura debe ser acorde al medio para dar un ambiente favorable a la ponedora y esta desempeñe su potencial genético con mayor producción y calidad de huevo.

Debemos partir de trabajar con una gallina precoz y prepararla para tener un largo período de producción con un manejo apropiado, para ello adecuar la nutrición, la infraestructura y el medio ambiente para que el ave exprese todo su potencial de producción.

En este sentido, las principales estrategias productivas están dirigidas a la producción de huevos con la mayor calidad y menor costo Rivera (2013) al mismo tiempo que se estimula su desarrollo científico para la obtención de productos autóctonos sin variar la calidad exigida, reseña la FAO (2013).

Cuba cuenta con ponedoras comerciales muy bien adaptadas a nuestras condiciones tropicales con un ciclo de 52 semanas de producción con 305 huevos por aves, con elevado pico de postura del 93 %, elevada conversión de alimento asevera Fernández et al. (2013) por lo que se propone el siguiente: objetivo evaluar ponedoras comerciales en un solo ciclo de postura en 70 semanas de vida productiva, aplicando mejoras en el manejo bajo nuestras condiciones de producción.

Materiales y Métodos.

Las aves procedieron de los cruces de reproductores ligeros existentes en el país y fueron evaluados de la unidad experimental Cacahual 1 para un total de 704 pollonas con 112 días de edad de los híbridos trilíneales L 33, L 84 y L 311 de la raza White Leghorn. Se ubicaron en la nave de producción, en jaulas piramidales.

Diseño Experimental.

Para la evaluación se utilizó un diseño completamente aleatorizado dentro de la nave, distribuidas en 3 tratamientos con 88 réplicas respectivamente, en jaulas con una capacidad de 4 aves por celdas y un total de 8 aves por réplicas, donde permanecieron hasta las 70 semanas de productiva. Evaluando los indicadores de peso vivo y uniformidad (%), huevos por aves (uno), postura (%), peso huevo (g), consumo (kg / ave), conversión (Kg / 10 huevos) y viabilidad (%).

Diseño Estadístico.

Los datos se recorrieron y analizaron en el paquete estadístico Statgraphics plus versión 5.1 con un análisis de muestras múltiples para los indicadores de peso vivo, peso de huevo, consumo, huevo por ave y conversión y para las diferencias significativas se aplicó Duncan (1995) los indicadores de viabilidad previa transformación de los datos por la fórmula seno -1\/%. Los datos primarios que se obtengan fueron procesados inicialmente por el programa:

PPH: Huevos por gallina, consumo de pienso, conversión y viabilidad.

El consumo se evaluó según lo establecido en el Manual Tecnológico de cría de aves. Ponedoras comerciales y sus reemplazos Fernández et al. (2013) de acuerdo a los niveles productivos, se ajustó experimentalmente al manejo diseñado hasta las 70 semanas de producción.

El consumo de alimento se inició a las 16 semanas con pre postura con 17.0 % de proteína bruta y 2 700 de Energía Metabolizable (kcal / kg de alimento) hasta alcanzar el 1 % de producción, a partir de ahí correspondió al específico fase I con 17.0 % de proteína bruta y 2 780 de Energía Metabolizable (kcal/kg de alimento), a las 48 semanas continuó con el específico fase II con 16.0 % de proteína bruta y 2 750 Energía Metabolizable (kcal / kg de alimento) hasta el final del ciclo productivo, se suplemento con calcio adicional de 3 g/a/d días en horas de la tarde y mensualmente se aplicó de acuerdo a los niveles de huevos rotos, cascados o en fárfara por 10 días corrector mineral tipo 2 descrito en el Manual Tecnológico de cría. Ponedoras comerciales y sus reemplazos para asegurar la calidad en la producción y el mantenimiento de la integridad ósea durante todo el ciclo de postura, el consumo de agua es a voluntad.

Se estableció un programa de iluminación valorando el peso estándar y el desarrollo de los caracteres externos de acuerdo a la madurez sexual iniciándose con 14 horas luz, una vez alcanzado el peso deseado se incrementó hasta las 16 horas luz aplicando 25 lux / mpara alcanzar altos picos de postura y persistencia de las aves.

Resultados y Discusión.
 


La tabla 1 muestra que no hay diferencia significativa con respecto a las ponedoras en estudio con pesos corporales entre 1523 g y 1461 g con una uniformidad entre 75 % y el 80 %, superiores a los planteados por Fernández et al. (2013) en el Manual Tecnológico Ponedoras Comerciales y sus reemplazos con 1380 g de peso corporal y uniformidad con más del 89 % para la edad, con una mejor entrada a la producción de huevos ya que mejorando la uniformidad inicial del lote se obtendrá un mayor número de huevos por ave al final del ciclo productivo,  concuerdo con Baltazar (2015) que se debe recibir una pollona con la capacidad suficiente para soportar una larga vida productiva.

Paulino (2017) plantea, un lote que inicia la producción de huevos con pesos corporales de >1.25 kg y con una uniformidad > 90% puede resistir con éxito un período de postura de 100 semanas y producir 500 huevos. Ya que el período más crítico para la ponedora es en el momento que arranca la puesta y a partir de ahí, tiene que enfrentar la producción de huevos y completar su desarrollo corporal, lo cual no finaliza hasta aproximadamente hasta la semana 32.

Por ello es importante evitar que se produzca una descalcificación temprana en este período del arranque hasta el pico de puesta, aplicando un manejo eficiente habrá un mayor desempeño productivo, mayor persistencia y mejor calidad de cascara durante todo su ciclo productivo.


Los resultados mostrados en la tabla 2 nos demuestran, que solo hubo diferencia significativa en la semana 25 a favor de la L 33 con 29.73 huevos por aves y L 84 con 31.75 huevos en la primera etapa, de esta manera con un buen manejo de las aves se logra mayor número de huevos por aves hasta el final del ciclo sin diferencia significativa para las ponedoras obteniendo 370 huevos por ave en la ponedora L 33 en 70 semanas de producción y con más de 30 semanas de persistencia por encima del 82 % de postura alcanzando picos de puesta de 92 %, ya que en nuestro país solo son 52 semanas de producción a partir de las 26 semanas de edad, y se utiliza  práctica de la muda forzada para obtener mayor número de huevos vendibles, aplicando este procedimiento las ponedoras son capaces de producir 55 huevos más en 12 semanas de producción.

Corroborando lo planteado por Gavidia (2015) la actual producción promedio anual de huevos es muy superior a los 300 huevos por gallina y sigue aumentando en más de un huevo/gallina/ año, mientras que el pienso anual requerido para producir 300 huevos está experimentando una disminución de aproximadamente 200 g/gallina.

De ahí el gran desafío de los productores de huevos, lograr un excelente manejo en el período de arranque al pico de puesta, persistencia ya que es determinante sobre los resultados productivos que vamos a obtener durante el resto del ciclo de puesta.

Y es por ello que los productores, las empresas y los expertos del sector están cada vez investigando, desarrollando e innovando más y más alrededor de este, asevera Fuster (2018). De acuerdo a los diferentes sistemas de manejo y cría de las ponedoras conocemos que las ponedoras no alcanzan picos de puesta superiores al 95% pero tener un pico de puesta muy alto no es siempre una garantía de calidad productiva del lote, ya que muchos de ellos no son capaces de mantener este pico de producción más allá de una o dos semanas por lo que, es aquí donde está el mayor reto productivo.

Es por ello que en  el período de producción de huevos se debe tener en cuenta los factores ambientales, manejo y el alto potencial de las ponedoras, que se logra, no solo con mayor persistencia de la postura, alimentación balanceada y estado sanitario impecable, sino con un desarrollo precoz en la etapa anterior, lo que permite disponer de 15 a 20 huevos más por ponedora con una rápida arrancada de la producción, buena persistencia del pico y de la meseta de postura, lo que posibilita un alto índice de puesta y desde luego, un incremento sostenido del peso y la calidad de los huevos, así como la rentabilidad, confirma Herrera (2014).

Es evidente los resultados económicos de la Empresa Ciego de Ávila inferiores a los obtenidos durante el estudio, afirma Gómez (2018) desde 25 a 54 semanas de producción, lograron picos de puestas de más de 92 % y elevada persistencia de la meseta de postura, con 282 huevos por ave, donde el 70 % es la intensidad de puesta promedio bajo la curva. En el año de puesta obtienen 255,5 huevos por ave, típico de la provincia evaluada, donde se demostró que el costo de mantener una ponedora fue más del doble de lo que costó producir su reemplazo y que el huevo se tuvo con un costo de 0,36 CUP.


El aprovechamiento de los huevos muestra en la tabla 3 es muy importante en todo ciclo de puesta, pues este va a depender de cuando los huevos tengan el peso y la calidad requerida para la venta a los mercados alcanzando pesos significativos con diferencia significativa para las 20, 21 y 22 semanas con pesos óptimos de más de 48 g para la venta por la Norma Cubana (NC), NC: 848 y la NC: 1073, con excelentes resultados para las ponedoras L 311 y L 84 con pesos aprovechables entre 52.8 g y 52.1 g para la semana 22 y la ponedoras L33.   Por ello es necesario adecuados programas de alimentación, manejo, iluminación y sanidad para alcanzar una óptima producción de huevos.


En tabla 4 se evidencia como la conversión alimentaria entre las ponedoras no tuvo diferencia significativa en todo el período de producción hasta las 70 semanas con un excelente resultado de 1.45 a 1.48 kg / docena de huevos muy favorables y se mantuvo un consumo de 112 g/a/ d en todo el período del pico y persistencia, paulatinamente se disminuyó hasta 100 g/a/d al final del ciclo de producción con 65 % de postura.


En la tabla 5 no hubo diferencias significativas en toda la crianza con buen aprovechamiento del consumo, con 53.139 kg a 53.029 kg con una conversión eficiente en la etapa de producción admitiendo junto a Fernández (2014) que estas cuentan con una mejor conversión alimenticia y para alcanzar mayores incrementos de huevos por aves. Donde la alimentación de las ponedoras debe estar en función a la edad de las aves, porcentaje de producción de huevos y peso promedio de los huevos, asevera Gavidia (2015).  Herrera (2014) obtuvo una conversión masal de 1,69 kg de alimentos por cada kilogramo de huevos producidos.

Por lo que disminuimos los costos de producción e inversión, se reducen las capacidades de cría y se sustituye importaciones alcanzando una mayor eficiencia de las ponedoras, en un solo ciclo de postura.

En este aspecto la viabilidad de las ponedoras en 70 semanas de producción las principales causas de mayor incidencia fueron prolapso y picaje 22.7 %, enterobacterias con 16.4 %. Acordes a los demostrados por Gómez (2018) lo cual justifica económicamente la necesidad de obtener reemplazos de ponedoras con adecuados pesos vivos, uniformidad y arribo a la madurez sexual en tiempo; sin embargo, los reemplazos por debajo de los indicadores deseados planteados por el autor, a la larga, traen grandes pérdidas económicas.

Impactos

1. La ponedora comercial alcanza un potencial productivo hasta las 70 semanas con 370 huevos por aves, con 30 semanas de persistencia por encima de 85 % y excelente conversión alimentaria y elevado aprovechamiento de los huevos a edades tempranas para el consumo y el mercado.

2. Se reduce las capacidades de crianza lo que contribuye a disminuir las importaciones de soya y maíz e incrementar la producción de huevos con mayor demanda en el mercado, favoreciendo la economía del país.

3. La ponedora comercial tiene buen potencial genético y adaptabilidad al medio ambiente, aplicando buenas prácticas de manejo en la etapa de producción en un solo ciclo de producción.

Conclusiones.

1. La ponedora comercial tiene excelentes niveles de producción pico y persistencia con elevada capacidad de adaptación, aplicando prácticas de manejo con bajos costos de producción.

2. Se alcanzó elevado aprovechamiento del 99.44 %.de los huevos con pesos aptos para el consumo con más de 48 g a las 21 semanas de edad.

3. Se obtuvo un total de 369.7 huevos por aves en un solo ciclo de 90 semanas de producción con excelente conversión acumulada de 1.52-1.56 kg / 10 huevos aves en las ponedoras comerciales.

4. Estos resultados nos permiten alargar la vida productiva de la ponedora, aportando más huevos por ave, incrementando la producción de huevo comercial y mayor entrega al mercado.

Referencias Bibliográficas.

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Ibarra, S (2013) Hy-Line International, en el XXIII Congreso Latinoamericano de Avicultura, noviembre de 2013.

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Statgraphics Plus. Versión 5.1. Copyright por Statistical Graphic Corp. 

Fuente: avicultura.mx
Yanet Rodríguez Vaillant