Los investigadores creen que la inteligencia artificial podría desempeñar un papel clave para impulsar el bienestar de las aves en las unidades avícolas intensivas.

La tecnología, que puede cuantificar las llamadas de socorro hechas por aves alojadas en cobertizos, distinguió correctamente las llamadas de socorro en comparación con otros ruidos de establo con un nivel de precisión del 97 %, según un nuevo estudio.

Hasta ahora, los granjeros han tenido que depender del manejo del ganado para distinguir los problemas de bienestar en aves individuales y el despliegue de observadores humanos en grandes bandadas no es práctico y puede estresar aún más a las aves.

“Nuestro objetivo final no es contar las llamadas de socorro, sino crear condiciones en las que los pollos puedan vivir y tener una cantidad reducida de estrés…”

Alan McElligott, profesor asociado de comportamiento y bienestar animal en la Universidad de la Ciudad de Hong Kong, le dijo al periódico The Guardian : “Los pollos son muy vocales, pero la llamada de socorro tiende a ser más fuerte que las demás y es lo que describiríamos como una llamada tonal pura. .”

Su equipo ha desarrollado una herramienta de aprendizaje profundo para identificar automáticamente las llamadas de angustia de los pollos en función de las grabaciones de pollos criados individualmente.

“Nuestro objetivo final no es contar las llamadas de socorro, sino crear condiciones en las que los pollos puedan vivir y tener una cantidad reducida de estrés”, dijo McElligott, quien cree que la tecnología podría estar disponible comercialmente dentro de 5 años.

Reducir la mortalidad y reducir los costes laborales

También cree que persuadir a los agricultores para que utilicen la tecnología puede ser relativamente sencillo, ya que la detección temprana de enfermedades puede detener la mortalidad y reducir el aumento de peso vivo. También podría ahorrar costos de mano de obra humana.

Los investigadores registraron las vocalizaciones de los pollos alojados en Lingfeng Poultry, una importante productora avícola en la provincia de Guangxi, China. Las aves se mantuvieron en jaulas apiladas (3 jaulas por pila y de 13 a 20 aves individuales por jaula) con alrededor de 2000 a 2500 aves en cada galpón.

El estudio ha sido publicado en el Journal of the Royal Society Interface.

Fuente: poultryworld.net