Argentina – Por el caso de influenza aviar, murieron 22 mil aves en una granja del paraje La Polola

7 marzo, 2023

Lo confirmó Fernando Navarro, de AVIMARS. De acuerdo al protocolo, se controla a las aves comerciales que están a tres kilómetros a la redonda. Y se establece un campo de mayor vigilancia a 10 kilómetros. Por el caso de influenza aviar que se presentó en Mar del Plata murieron 22.000 aves en una granja del paraje La Polola, informó […]

Lo confirmó Fernando Navarro, de AVIMARS. De acuerdo al protocolo, se controla a las aves comerciales que están a tres kilómetros a la redonda. Y se establece un campo de mayor vigilancia a 10 kilómetros.

Por el caso de influenza aviar que se presentó en Mar del Plata murieron 22.000 aves en una granja del paraje La Polola, informó el veterinario Fernando Navarro, de Avicultores Mar y Sierras (AVIMARS).

El profesional contó en declaraciones a LU6 Radio Atlántica que el caso se detectó “en una granja importante, en la zona de la ruta 88”, que “no es (de una marca) de Mar del Plata”, sino de alguien que alquila los galpones.

Las aves presentaron cuadros agudos, desconocidos por el veterinario actuante, Máximo Conde y padecieron muerte súbita, explicó Navarro, que dijo desconocer si hubo que sacrificar a algunas. “Por lo que dijo el colega, no hubo necesidad de sacrificar porque es una enfermedad desconocida para tratar, no hay ninguna clase de medicamento”, señaló.

Navarro aseguró que la muerte de las aves, es algo que ocurre “muy rápido”, ante la aparición del virus. “No se olviden que están en galpones, encerradas y hay un contacto muy directo. Se transmite por vía digestiva, nariz y materia fecal”, indicó.

El veterinario actuante realizó la denuncia correspondiente al SENASA (es lo que corresponde por protocolo), se hizo la toma de muestra, se envió al laboratorio y dio positivo a influenza aviar.

Al lugar en que se detecta el virus se lo declara “zona de foco” y se bloquea “por completo”, señaló Navarro. “Se elimina el 100% de la producción de aves: pollos, gallinas, lo que sea. Hay que enterrar las aves muertas y encalar, obviamente que se impermeabiliza el pozo para no contaminar las napas, se tapa como mínimo con dos metros de tierra y se encala con cal viva”, describió.

“Terminado ese proceso la granja queda bloqueada por dos períodos de incubación”, lo que significa “unos 60 días de inactividad”.

A la zona ubicada a tres kilómetros alrededor del foco se lo denomina “perifoco” y allí el SENASA audita las aves que hay en los distintos establecimientos. “Se hace una vigilancia mucho más estricta de la que ya se estaba haciendo, que es estricta”, comentó Navarro. Y apuntó que “hay varias granjas en esa zona, pero por suerte ninguna presentó” el virus.

Por su parte, más allá del perifoco y hasta los 7 kilómetros a la redonda, se declara una zona de vigilancia, que implica controlar todos los movimientos de las granjas.

Navarro aclaró que “no hay ningún problema” para el consumo humano de lo producido. “Tanto el pollo como el huevo, por vía digestiva, no contagian”, subrayó.

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